17 agosto, 2016

La luna ya no viene a la fragua...




Oficialmente entre el 17-18 de agosto de 1936, Lorca fue detenido en casa de Luis Rosales, para después ser asesinado a manos de franquistas.

Se cumplen 80 años de su detención, el brutal y cobarde asesinato, y a la fecha, no se han localizado sus restos, por lo que sigue siendo un desaparecido de la dictadura franquista, como miles más de republicanos.

Como un llamado por la dignidad que merecen todas las víctimas del franquismo, me he atrevido a glosar, el que es quizá, el más famosos de sus romances gitanos,  es un pequeño homenaje, porque aunque pasen muchos años, No pasarán al olvido.





La Luna ya no viene más a la fragua
con su polisón de nardos blancos,
el niño ya no la mira, mira,
el niño ya no la está mirando.

En el aire del mundo conmovido
se mueve tierra y mar por tu rastro
pero no se encuentra, rubrica ni zanja,
ni huella que logre dar con tu duro tálamo.



Huye Luna, Luna, Luna
huye de este mundo agrietado,
que han desgajado tu corazón,
sólo para hacerse collares y anillos blancos,

Huye Luna, Luna, Luna
que tras el poeta vienen cabalgando
Huye Luna, Luna, Luna
aunque el niño te haya pisado
tu blancor almidonado.

Dicen que un jinete se acercaba
para sólo hallar en la fragua
un Nardo caído con sus ojillos cerrados.
Ahí donde los gitanos encontraron,
un hueco de luna sin pecho,
entre risas de duro estaño.

¡Ay sólo llora la zumaya!
¡Ay que ya no canta el árbol!
Porque en el cielo no hay luna
ni va con el niño de la mano.





Aquí en esta fragua hueca
damos gritos y lloramos gitanos,
porque Federico eran todos,
porque Lorca seguimos siendo todos,
y el aire vela, vela
el aire te está velando.








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