22 agosto, 2013

Canto de Sirena Mítica II



Abajo, la profundidad es un páramo de vacío perfecto, distancia que entrecruza los chasquidos de grillos marinos. Sus alargados cantos, a trozos fragmentan las grietas del agua en ecos casi lejanos. ¿acaso anuncia una respiración su propia caída en las metálicas garras de la muerte?  Un lamento de duelo responde por el alma raptada y así comienza el trayecto de llantos hasta que la piel del agua cede y se abre como oráculo a la respiración de los murmullos marinos, se encadenan los bufidos con barritonos dónde nacen entre dolores, los desgarramientos de los crepúsculos.

¿Cómo se comprende el duelo marino? ¿cómo traducir esos indescifrables nombres que ondean en un largo y agudo canto? Sus lágrimas de sirena olvidada, lanza entre oropeles de olas que van y vienen un llanto y su silueta craquela el infinito marino como voz de jilguero enramado entre algas y medusas.

En la superficie, es un milagro antiguo que emerge y con cada bufido invoca las circuncisiones del vacío del aire. Su gemido es el respirar oceánico que arroja en lluvia bocanadas de vida, con cada chapoteo su voz magnifica la humedad del canto y convoca con chasquidos sueños y memoria. Entrecorta y rechina su voz, son palabras en trozo de eternidad no escrita pero aún así, habla, narra su propia historia, cuenta sus laceraciones en los recorridos marinos, en su voz han quedado labrados surcos de superficie y profundidad, grietas marinas a la vida que aún deambula y recuerda como en ronroneos de sirena los parajes marinos e indaga por qué ya no tiene ni oleajes, ni caracolas donde engarzar su voz de arena.

 Y sólo se marcha, remonta una a una, cada ola del vacío en giros de espuma a la distancia, se hunde profundamente en el olvido, se sumerge con los sueños hechos astillas y la marea sube; aquí ya no hay canto ni lágrimas oceánicas que puedan agrietar estas altas murallas del silencio del agua en la lejanía.



05 agosto, 2013

Insomnio desde 1936




INSOMNIO

Dámaso Alonso



Insomnio

Madrid es una ciudad de más de un millón de
cadáveres (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo
en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar
los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán,
ladrando como un perro enfurecido, fluyendo
como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a dios, pregun
tándole por qué se pudre lentamente mi alma.
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en
esta ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lenta-
mente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de tus noches?


Lectura de Dámaso:








Enlaces a unas líneas que escribí sobre: Trece Rosas

Sobre Guernica: paramos del olvido