13 enero, 2013

e-book 13. I. 13


El trece según las tradiciones mesoamericanas representa todos los principios, es el número cósmico que da orden al cielo y la tierra. En el trece nace el infinito y la fortuna. Con el trece se construye la geometría del universo. Un número de gran fortuna y por esto, no sólo es mi número favorito, sino que estuve reservando el día de hoy, el 13. I. 13, para esta entrada.  Creo que es una fecha enigmática en la que lo sueños toman rostros y piel insospechadas; algunas veces son verdaderos saltos de una dimensión a otra. A veces expresiones del hálito del espíritu, que de forma irreversible expresa un deseo.

Sí, espere específicamente el día de hoy para hacer esta entrada y anunciar el principio de mi independencia y autonomía como autor, porque he abierto y publicado mis primeros dos e-books, los primeros de los que espero serán muchos más. 
Los pueden descargar de manera gratuita, uno es un cuento infantil "Julieta y Estrellita" que estuvo rodando algún tiempo sin que tuviera la suerte de publicarse de manera tradicional y con él vuelvo a escribir para niños, algo que disfrutaba muchísimo hacer; dispensarán que adolece de imágenes pero la autora no tiene el más mínimo talento para el dibujo y no deseaba arruinar el texto con garabatos terribles.

El otro material, es un poemario que pintaba para estar destinado al absoluto olvido, "Colibrí Blanco". Lo edite yo misma en word y he incluido otros haikus que trabaje en la misma época y también tiene a manera de ilustración, unos experimentos visuales, creados por ese mismo tiempo entre 1997 y el 2000. Después, lo saben bien, deje de escribir hasta que abrí este Caldero y ahora ya ando con e-books :)


Por eso, para estas primeras publicaciones de e-books estaré compartiendo de manera gratuita algunos textos que ya trabajé y que sería muy triste que simplemente quedarán en el archivo.  
El sitio ofrece una opción de edición en papel que he dejado a costo del trabajo de impresión y encuadernación. Y el enlace al sitio de Bubok estará de manera permanente en el lado derecho del blog, en el apartado del índice con el título de Lunario, donde además están los enlaces a un blog que he comenzado a construir por mi investigación: "Escollos poéticos gongorinos" y un sitio que será para materiales de carácter académico.




De verdad, espero me perdonen la sencillez de la edición y que está elaborada con los recursos del procesador de textos. He pensado que me gustaría ver esta posibilidad de los e-book como una extensión del caldero para materiales completos que son muy pesados de leer en el blog. O se debe hacer de uno en uno, como a gotitas, como fueron los reflejos que tanto gustaron y que creo que no estaría mal que terminara el proyecto completo de la cuarentena y editarlos en Bubok.


Para la edición de los ebooks he considerado mi propia experiencia leyendo en medios electrónicos sobre todo la tablet y el celular, por ello la tipografía es mucho más grande de lo que se acostumbra en papel y se agradecerán como siempre, los comentarios y su propia experiencia que tomaré en cuenta para futuras ediciones. 
No sé que tanto iré publicando porque la verdad, es que nunca imagine todo lo que podría salir de este Caldero de la Tinta y lo que aún falta.

 Y..., si les adelanto un poco algo, nunca he escrito una novela ¿qué podría perder con bubok? Nada mas que salga del compromiso de la piedra de Sísifo y creo que me gustaría intentar escribir una novela. No sé ni de qué, no tengo ni personaje, ni anécdota, ni una sola idea de cómo se escribe una novela y desde el posgrado he leído poca novela por lo que siendo zen y realista, creo que nada podría salir mal con estos antecedentes. Por lo pronto, ya tengo donde publicarla aunque no tenga ni una sola palabra de ella, ya  voy de gane. ¿no creen?


Muchas gracias por todo su apoyo, su lectura y comentarios que valoro y aprecio mucho.







02 enero, 2013

Finis Terrae



¿Dónde ir cuando ya se ha pisado el hielo 
y esa meta donde la luz no cesa en el verano, 
donde el suelo no es sino una resbaladiza albura, 
una temperatura abisal, un escalofrío? 
ART













La piel del mundo es un trastierro hecho playa de llantos, espuma donde los ensueños se vuelven aves que revolotean el vacío.
Hay tiempos donde el agua cae, se vuelve escasez de polvo.
Toda humedad respira en ojos de lago. Es este rostro de mundo que no atinamos a conocer. Deambular es peinar los caminos, como largos cabellos de un infinito, donde cada pisada se vuelve un suspiro diminuto que viaja entre sueño y sol.

Cuando se camina junto a un volcán, uno escucha las respiraciones de esta tierra, pulsación viva de sus adentros, es la mirada del nacimiento de todas las piedras y sus propios destinos.
Caminar en el bosque es escuchar un mar callado que se vuelve hojas quebradas bajo la mirada del silencio.

Deambular en lectura de mundo, es recorrer campos sembrados y sentir su frente de tierra peinada en hierba. La mirada atenta a la espiga que nace y se vuelve semilla dorada que revolotea como pequeña abeja, en este espacio, donde las nervaduras de las carreteras le trazan el tiempo e historia y confrontan con su piel de concreto, el destino frágil de la vida.
Hay olores de mundo que son desconocidos pero en las barcas del sueño se les imagina.

¿Cómo se podrá alcanzar la caída final del agua del mundo?, ¿ésa que queda en orillas de la finis terrae?
¿Cómo levantarle las faldas a esta tierra y averiguar si en ella en verdad existen elefantes que le sirven como un polisón en el vacío del espacio?
¿Es que acaso este mundo es tan plano por el silencio que por ello, las aves cantan?
¿Cómo puedo arrancarle a esta distancia una mirada en lejanía?

En las orillas del abismo, donde la tierra llega a su fin como el tiempo, aun la duda queda...,
¿en verdad que Atlas carga todos los naufragios y sale a estirar las piernas para descansar los brazos, en esos instantes de amanecer en que el sol comienza su deambular, a pesar del desorden, la niebla y el abandono?.

El sol es brutal cuando deambula el desierto, es como si devorara a bocanadas todo aliento y vida.
Pero que tierno se torna cuando su voz es la que deambula el lago donde libélulas en acompasada danza de secreto hacen nacer hierba y rocío. Ahí el sol se sabe en su hogar de enorme árbol vivo.
Hoy amanezco deseando correr hasta la orilla del acantilado de finis terrae. ¡Gritar!, gritarle ahí, en esa orilla del mundo al destino, que no lo necesito... tengo alas para arrojar sus designios al vacío y darle una buena bofetada de infinito a todas esas cadenas de pasado. 
Quizá en esa orilla terminal del planeta pueda encontrar el latido que fue hurtado antes de nacer.
Pero ahora sólo el viento marino es silencio con voz de selva y llanto de arenas.

En las venas de esta tierra corren cataratas que invaden el alma de las hojas y se abren como danza de tinta, es una navegación de escritura remontando sus propios renglones, encarando sus propios tropiezos...
 ¿Pero en qué otro vacío de océano blanco podría una pluma de olvido desplegar las alas?